Durante mi viaje en autocaravana de cuatro meses por todo el país con mi perro Casey, he conocido a perros increíbles. Esta semana me gustaría presentarte a uno que cobró vida cuando sus dueños finalmente comenzaron a hablar su idioma.
Cuando Cary y Mike, una pareja de Sarasota, Florida, adoptaron a un labrador negro callejero hace unos años, el perro no reaccionaba a comandos básicos como "sentado" o "quedate". Sin embargo, estaba educado en casa y bien socializado, por lo que la pareja sospechaba que había sido miembro de otra familia y seguramente tenía un nombre. "Me obsesioné con descubrir su nombre", me contó Cary. "Me sentaba con el perro y lanzaba nombres como Rover y Blackie, solo para ver si teníamos suerte".
Nada funcionó hasta el día en que Cary, que es cubana, comenzó a lanzar nombres tradicionales hispanos. "Un día estaba sentada en la sala con mi esposo, y el perro estaba descansando en el sofá", recordó Cary. "De repente dije: 'Pepe', y el perro saltó del sofá y se acercó a donde yo estaba sentada. Mi esposo y yo nos miramos y dijimos: '¡No puede ser!'"
Esperaron unos minutos y lo intentaron de nuevo, con el mismo resultado. Entonces Cary le dijo a Pepe que "sientate", un comando que el perro siempre había ignorado en inglés. Pepe se sentó de inmediato, feliz como pudo ser. "Empecé a darle los comandos básicos en español, y Pepe los conocía todos", me contó Cary. "Ojalá pudiera haberle sacado una foto a su cara. Estaba extasiado. Sus humanos finalmente estaban hablando su idioma".
Cary ya se había conectado con Pepe antes de darse cuenta de cuál era su nombre, lo que demuestra que el idioma no necesita ser una barrera para una fuerte conexión hombre-animal. Pero Cary y Mike atribuyen al español el fortalecimiento de su vínculo con Pepe. Aunque el perro ahora conoce comandos en inglés también, Cary jura que es más probable que responda al español.
¿Cómo debería comunicarme con mi perro?
Por supuesto, se diría que el uso de palabras para comunicarse con un perro es absurdo, que lo importante es la intención y la energía detrás de esas palabras.
¿Qué opinas? ¿Tu perro es bilingüe? ¿Es importante el lenguaje que usamos para comunicarnos con nuestros perros?
Benoit Denizet-Lewis es un escritor de The New York Times Magazine que decidió dejarlo todo, subirse a una autocaravana con su perro Casey y conducir. Si conoces a otros perros geniales que debería conocer en su camino, envíale una nota en la sección de comentarios a continuación.