"¿Estás listo?" Es una frase bastante simple, ¿verdad? Pero, en papel, es imposible determinar la intención. ¿Está el hablante feliz, enojado, emocionado, impaciente o algo más? Podría ser una pregunta llena de esperanza entre dos personas que están a punto de caminar juntas hacia el altar, o una queja de alguien que está cansado de llegar tarde siempre debido a su pareja.
El arte de la escucha
Escuchar es difícil. Una habilidad humana en la que muchas personas no son muy buenas es la escucha. Sí, podemos oír todas las palabras, pero no siempre captamos correctamente la intención. Afortunadamente, este es otro aspecto en el que nuestros perros pueden enseñarnos, porque son los mejores oyentes del mundo. ¿Por qué? Porque saben a qué prestar atención.
Los perros como ejemplo
Pueden asociar ciertos patrones de sonido con objetos o acciones, pero también pueden confundirse si la palabra y la intención no coinciden. Es por eso que gritarle a un perro para que se calme solo lo emociona aún más, incluso si conoce las palabras.
La importancia de los sentidos
Recuerda que los perros experimentan el mundo a través de sus sentidos en este orden: olfato, vista, oído. Por lo tanto, cuando "escuchan" que dices algo, las palabras y los ruidos que salen de tu boca son lo menos importante a lo que están prestando atención.
La comunicación en la era de Internet
En el mundo humano, es todo lo contrario, donde parecemos prestar más atención a las palabras de una persona que a cualquier otra cosa, especialmente en esta era de Internet, cuando gran parte de nuestra comunicación se ha reducido a palabras.
Emojis: el nuevo lenguaje visual
Para compensar eso, hemos tenido que crear todo un vocabulario visual de emojis. En el último recuento, había cerca de 2,700 de ellos, si puedes creerlo. Para hacer una comparación, solo se necesitan conocer alrededor de 3,000 palabras para ser funcional en una conversación en un idioma, a menos que ese idioma sea el inventado llamado Toki Pona, que solo tiene 123 palabras.
Comunicación cara a cara
Pero incluso cuando estamos comunicándonos cara a cara, aunque podemos entender todas las palabras que oímos, fácilmente podemos perder las intenciones detrás de ellas porque a menudo no somos conscientes de la energía y el lenguaje corporal que las acompaña.
Perros: excelentes detectores de mentiras
Los perros no pueden mentir y también son excelentes detectores de mentiras. Además, son excelentes comunicadores. Nosotros somos quienes debemos aprender a escucharlos y no al revés. Pero lo mejor es que cuanto más sintonizado estés con los perros y cómo "hablan" con nosotros, mejor serás escuchando a otras personas y realmente escuchando lo que están diciendo.
¡Mantén la calma y sigue escuchando!
Ya ves, esa es otra cosa sobre la comunicación humana: las palabras y las intenciones no siempre coinciden. ¿Cuántas veces has escuchado a alguien insistir, "Estoy bien", cuando sabías que algo estaba mal? Y, por supuesto, las personas también mienten.