Cómo proteger a los niños de las mordeduras de perro

Casi cinco millones de personas son mordidas por perros cada año solo en los Estados Unidos, y casi la mitad de ellas son niños. Muchos niños sienten una atracción natural hacia los perros, pero eso puede ser una receta para el desastre. Aquí tienes cinco cosas que puedes hacer para ayudar a proteger a tus hijos de las mordidas de perros, y también para proteger a los perros, que a menudo son sacrificados si alguna vez muerden a un niño.

1. Cuidado con los desconocidos

La regla más importante que debes enseñar a los niños es que nunca se acerquen a un perro que no conocen, incluso si el perro parece amigable. Algunos perros son naturalmente asustadizos cerca de los niños porque los niños pueden tener mucha energía e imprevisibilidad. Combinado eso con un niño corriendo directamente hacia un perro, y hasta el animal más dócil puede reaccionar defensivamente. Si el perro está con su dueño, enséñale a tus hijos a pedir permiso desde lejos para acercarse al perro, y a no sentirse mal si el dueño dice "No".

2. Mantén la calma

Si un perro desconocido se acerca a un niño, este debe mantener la calma y quedarse quieto. Correr puede activar el instinto de persecución del perro y hacer que persiga al niño. Los ruidos fuertes, como los gritos, también pueden aumentar el nivel de energía del perro y hacer que se ponga ansioso, lo que significa que es más probable que se vuelva agresivo. Si un perro tira al niño al suelo, el niño debe enrollarse en una bola y quedarse quieto, protegiendo su cuello y cabeza con las manos y los brazos, ya que el 66% de las lesiones por mordida de perro en niños menores de cuatro años ocurren en estas áreas.

3. Ve y cuenta

Enséñale a tus hijos a informar inmediatamente a un adulto si ven a un perro comportándose de manera inusual. El comportamiento errático en un perro puede ser un signo de rabia, mientras que un perro corriendo sin supervisión puede ser un indicador de agresión o exceso de energía. El niño nunca debe acercarse al perro, sino que debe ir directamente a un adulto de confianza y contarlo.

4. Reporta las mordidas de perro

Si tu hijo o un amigo es mordido por algún perro, enséñales a decirte de inmediato. El veinte por ciento de las mordidas de perro requieren atención médica, por lo que esta es la mejor manera de asegurarse de que reciban atención inmediata si es necesario. También es importante enfatizar a los niños que no deben preocuparse por ellos mismos ni por el perro metiéndose en problemas si ocurre una mordida.

5. Sin hablar, sin tocar, sin contacto visual

Esta regla se aplica a todos aquellos que se encuentren con un perro desconocido por primera vez. En la manada, el líder no se acerca a los perros sumisos. Los perros sumisos se acercan al líder. Al no interactuar con el perro, estás enfatizando tu papel como líder de la manada. También estás mostrando respeto al perro porque estás invitándolo silenciosamente a acercarse a ti en lugar de invadir su espacio íntimo. Si el perro decide hacerlo, puede acercarse y olerte, después se alejará o te dará un empujón. Si el perro se aleja, continúa ignorándolo. Si te toca, entonces está bien interactuar con el perro.

Sin embargo, acércate al perro desde un costado y arrodíllate. Nunca acaricies la cabeza de un perro desconocido, ya que el perro puede percibirlo como una amenaza. En su lugar, acaricia o rasca al perro en el pecho.

El tema común en todo esto es enseñar a tus hijos a respetar a los perros y su espacio. Los perros no son juguetes, y no todos los perros quieren ser instantáneamente el mejor amigo de tu hijo. También es una oportunidad para comenzar desde temprano a enseñar a tus hijos el poder de la energía calmada y asertiva, lo cual aumentará su autoconfianza.