1. Mantén la calma
Cuando vayas a recoger al perro, es importante que todos se mantengan calmados. Acepta al nuevo miembro de la familia en tu espacio, pero no le des demasiada atención o cariño en este momento. Recuerda que estás llevando al perro a un lugar completamente nuevo para él.
2. Da un largo paseo
Al llegar a casa, mantén al perro con correa y sal a dar un largo paseo por su nueva vecindad. Esto ayudará a liberar su energía y a que se adapte a los nuevos olores, vistas y sonidos.
3. Presenta tu hogar
Después del paseo, mantén al perro con correa y haz una introducción adecuada a su nuevo hogar. Llévalo hasta la puerta principal, pero no le permitas entrar primero. Si puedes, pídele que se siente o se acueste mientras abres la puerta. Luego, entra tú primero, sin permitirle que te siga hasta que lo invites.
4. Haz el recorrido
Una vez dentro, lleva al perro de habitación en habitación, siempre manteniéndolo a tu lado con la correa. No permitas que huela o explore a su antojo. Utiliza la correa para mantenerlo a tu lado. Dedica unos minutos en cada habitación antes de pasar a la siguiente, y asegúrate de ingresar primero a cada habitación.
5. Sin contacto, sin palabras, sin contacto visual
Durante el recorrido, no hables y utiliza solo el lenguaje corporal o sonidos simples, como "Tsch!" o chasquear los dedos, para comunicarte o corregir. Tu perro se encuentra abrumado en este momento, por lo que cuanto menos estimulación haya, mejor. Esto ayudará a que se mantenga concentrado en ti.
6. Área de alimentación
Una vez completado el recorrido, lleva al perro al lugar donde estará la comida y el agua y ofrécele una recompensa con un poco de agua y comida, pero no le llenes el plato por completo; recuerda que el perro aún está con correa.
7. El dormitorio del perro
Del mismo modo, si tienes un lugar especial donde te gustaría que el perro se quede cuando necesite estar fuera del alcance de las actividades del hogar, llévalo allí. Aquí es donde finalmente puedes soltar la correa. Puede ser donde esté su cama, un rincón de la sala donde quieras que se acueste o su jaula. Al soltarle la correa aquí, le estás diciendo "Esto es tuyo". No te sorprendas si decide acostarse y hacer caso omiso de la familia por un tiempo. Esto no significa que odie su nuevo hogar. Significa que ha encontrado su lugar en él.
8. Exhibe energía tranquila y asertiva
Una vez completado este proceso, establece tu papel como líder de la manada durante el resto del día, irradiando energía tranquila y asertiva. Todos en el hogar deben ignorar al perro. Por supuesto, puedes reconocer al perro si se te acerca, pero no exageres con el afecto todavía.